El Musical

Un musical es una forma de expresión de arte escénico en el que la acción se desenvuelve con secciones cantadas y generalmente, bailadas. Es un género que combina la música, canciones, diálogo y baile, y que suele representarse en grandes escenarios, tal como los teatros de West End de Londres o Broadway, en Nueva York, principales sedes del teatro musical.


El musical remonta sus orígenes a varias fuentes teatrales del siglo XIX, incluida la opereta, la ópera cómica, la comedia musical, la pantomima, el minstrel show, el vodevil y el género burlesco.

Existen diversas variedades de musicales dependiendo de la manera en la que hayan sido escritas. Una de las formas más básicas es el musical jukebox, consistente en tomar canciones pre-existentes y escribir una historia alrededor de ellas. Tiempo después tomaron las riendas y comenzaron a componer canciones originales para sus musicales. Esto permitió que las obras adquirieran tonos que nunca podrían haberse adquirido con canciones de radio y emociones mucho más fuertes. Otra forma, más común hoy en día, es una mixtura entre ambas formas: canciones originales, pero con segmentos en bloques. 


Se puede decir que el musical nació el 12 de septiembre de 1866, el día en el que en Estados Unidos se pone en escena por primera vez una ópera (The Black Crook), que surge de la unión entre una compañía de danza y baile europea con una compañía de teatro.


1.  Años 1920

Los musicales de los años veinte, con influencias del vodevil, music hall y otros espectáculos ligeros, tendían a enfatizar los actores y actrices, coreografías espectaculares y canciones populares, a expensas de la trama. Típicas de la década fueron producciones ligeras como Sally; Lady Be Good; Sunny; No, No, Nanette; Oh, Kay! y Funny Face. Pese a que los libretos de estos espectáculos carecieran de consistencia, permitieron el lucimiento de estrellas como Marilyn Miller y Fred Astaire.



2.  Años 1940

La década de 1940 se iniciaría con nuevos éxitos de Porter, Irving Berlin, Rodgers y Hart, Weill y Gershwin, algunos con permanencias en cartel de más de 500 representaciones. 

Oklahoma! (1943), de Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II supuso la culminación de la revolución artística iniciada con Show Boat, por la estrecha integración de todos los aspectos del teatro musical, con una trama coherente, canciones que respaldaban el argumento y coreografía de apoyo a la trama, desarrollando los personajes, en lugar de utilizar la danza como una excusa para un mero desfile de mujeres ligeras de ropa por todo el escenario.

Carousel (1945), South Pacific (1949), El rey y yo (1951), y The Sound of Music (1959). Algunos de estos musicales abordan cuestiones con mayor carga dramática que la mayoría de los espectáculos anteriores: El villano en Oklahoma! es un presunto asesino y psicópata; Carousel, trata sobre la violencia doméstica y el suicidio; South Pacific explora el mestizaje y el héroe de El rey y yo muere en el escenario.



3.  Años 1950

La década se inicia con el éxito de Guys and Dolls, (1950, 1200 representaciones), de Frank Loesser y Abe Burrows; por su parte, la Fiebre del oro de California centraba el argumento de Paint Your Wagon (1951) de Alan Jay Lerner y Frederick Loewe. Lerner y Loewe colaboraron de nuevo en My Fair Lady (1956), una adaptación de la obra de teatro Pigmalión, de George Bernard Shaw, protagonizada por Rex Harrison y Julie Andrews, que con 2717 representaciones mantuvo el récord de representaciones durante muchos años. Por su parte, The Boy Friend (1954) alcanzó las 2.078 en Londres.


West Side Story (1957), supuso una traslación de Romeo y Julieta al Nueva York contemporáneo y convirtió la enemistad entre Montescos y Capuletos en oposición entre bandas étnicas, los Jets y los Sharks. El libreto fue adaptado por Arthur Laurents, con música de Leonard Bernstein y letra de Stephen Sondheim. Fue bien acogido por la crítica, pero no tanto por el público. Tampoco cosechó grandes éxitos en la entrega de los Premio Tony. Por el contrario, la película de West Side Story fue un rotundo éxito.



La década finalizaba con otro gran éxito de Rodgers y Hammerstein, The Sound of Music. En parte debido al éxito arrollador de su versión cinematográfica, Sonrisas y lágrimas en España, se ha convertido en uno de los musicales más populares de la historia.


4.  Años 1960

1960 fue el año del estreno de The Fantasticks concretamente en el Off-Broadway. A lo largo de la década se estrenaron grandes éxitos de taquilla, como El violinista en el tejado (1964; 3242 representaciones), Hello, Dolly (1964; 2844 representaciones), Funny Girl (1964; 1348 representaciones), y El hombre de La Mancha (1965; 2328 representaciones), junto a apuestas más arriesgadas como Cabaret (1966), antes de terminar con la aparición del musical de rock.



5.  Años 1970

Tras el éxito de Hair, el musical de rock floreció en la década de 1970, con títulos tan conocidos como Jesucristo Superstar (1971), Godspell (1971), The Rocky Horror Show (1973). 



El público de Broadway comenzó a apreciar musicales con un estilo y temática alejados de lo que había sido la norma hasta el momento. Así, John Kander y Fred Ebb exploraron el aumento del nazismo en la Alemania de los años 1930 en Cabaret (1975 y la época de la Ley seca fue retratada en Chicago (1975). Por su parte, Pippin (1972), por Stephen Schwartz, estaba ambientado en la época de Carlomagno


Al final de la década, Evita (1978) y Sweeney Todd (1979) fueron precursores de los grandes musicales de elevado presupuesto de la década de 1980 que recrearán historias dramáticas, y contarían con espectaculares efectos. Sin embargo, durante este mismo período, los viejos valores se mantuvieron en éxitos como Annie (1977). Durante la década se realizaron versiones cinematográficas de varios musicales, destacando El violinista en el tejado (película), Cabaret y Grease.



6.  Años 1980

Claude-Michel Schönberg y Alain Boublil, responsables de Los Miserables, que se convirtió en el éxito musical internacional de más larga duración en la historia. El compositor británico Andrew Lloyd Webber tuvo un éxito similar con Evita , basada en la vida de la argentina Eva Perón; Cats (1981), derivado de los poemas de T. S. Eliot (ambos musicales fueron originalmente protagonizados por Elaine Paige); Starlight Express, realizado sobre patines; El fantasma de la Ópera (1986).



7.  Años 1990

En la década de 1990, surgió una nueva generación de compositores teatrales, pudiendo mencionarse a Jason Robert Brown y Michael John LaChiusa, que comenzaron su trayectoria con producciones en el Off-Broadway. El éxito más notable de esta generación fue Rent (1996), de Jonathan Larso


La década de 1990 también fue testigo de la influencia de las grandes compañías productoras en el montaje de musicales. La más importante ha sido The Walt Disney Company, que comenzó a adaptar algunas de sus películas musicales animadas de la época, como La Bella y la Bestia (1994), El Rey León (1997) y Aída (2000), estos dos últimos con música de Elton John. El Rey León se ha llegado a convertir en el espectáculo más taquillero en la historia musical de Broadway.



8.  Siglo XXI

En el nuevo siglo, los productores, deseosos de garantizar la recuperación de sus inversiones, han apostado por musicales dirigidos a un público masivo. En algunos se apostó por temáticas novedosas, pero la mayoría optó por fórmulas ya probadas, tales como películas (The Producers, Spamalot Hairspray, Una rubia muy legal, The Color Purple, Xanadú, Billy Elliot, Mary Poppins y Shrek) o clásicos de la Literatura (La pimpinela escarlata y Wicked) con la esperanza de que los espectáculos tendrán un público integrado como resultado. 

Por otro lado, varios musicales volvieron al formato de gran espectáculo que tanto éxito cosechó en la década de 1980, como El Señor de los Anillos (2007), Lo que el viento se llevó (2008) y Spider-Man: Turn Off the Dark (2011).



9.  Algunos Musicales Famosos

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