Historia de la Fotografía

El concepto básico de la fotografía ha existido desde el siglo V a.C. No obstante, no fue hasta el siglo XI que un científico iraquí desarrolló la primera cámara oscura propiamente dicha y comenzó lo que podríamos considerar la verdadera historia de la fotografía.

Pese a que tal cámara no grababa imágenes y únicamente las proyectaba sobre otra superficie de manera invertida (efecto explicado detalladamente en la entrada de este blog acerca de la cámara estenopeica), su funcionamiento sirvió como base para las actuales cámaras capturadoras. A pesar de ello, no fue hasta el siglo XVII que la cámara oscura se hizo lo suficientemente pequeña como para ser portátil. Además, en tal época también se comenzaron a introducir las primeras lentes, empleadas en enfocar y estudiar la luz, sus propiedades y sus fenómenos.

Más allá de ello, podemos considerar que la fotografía, tal como la conocemos hoy día, comenzó a finales de 1830 en Francia junto a Joseph Nicéphore Niépce, quien utilizó una cámara fotográfica oscura portátil para exponer a la luz una placa de peltre recubierta de betún. Esta fue la primera imagen registrada que no se desvaneció rápidamente.

El éxito de Niépce revolucionó la disciplina del arte de la fotografía, conduciendo así irremediablemente a otros experimentos y al progreso y auge de la práctica fotográfica. Como consecuencia, y a raíz de la experimentación con distintos químicos y métodos, a finales del siglo XIX se desarrollaron tres técnicas fotográficas elementales:

• Daguerrotipo: Consistiendo en una placa de cobre recubierta de plata y expuesta al vapor de yodo antes de ser expuesta a la luz (durante hasta 15 minutos), el daguerrotipo constituyó el precursor del cine moderno.

•  Placa de emulsión: Estas eran más baratas que los daguerrotipos, y requerían sólo dos o tres segundos de tiempo de exposición, lo cual las hacía mucho más adecuadas para los retratos. Utilizaban un proceso de emulsión llamado proceso de Colodión. Además, esta técnica fue durante esta época fue acompañada con la añadidura de fuelles a las cámaras para ayudar a enfocar.

• Placa seca: Este método consistía en la utilización de placas de gelatina seca que eran casi iguales a las placas húmedas en velocidad y calidad. Además, estas podían almacenarse, así como su proceso permitió la fabricación de cámaras totalmente portátiles. Además, fue con dicha tecnología que se desarrolló la primera cámara con un obturador mecánico.

Independientemente de los avances fotográficos, la fotografía estuvo reservada a los profesionales y los muy ricos hasta que George Eastman comenzó una compañía llamada Kodak en la década de 1880. Eastman desarrolló un rollo de película flexible que no requería cambiar constantemente las placas sólidas, lo cual permitió la creación de una cámara de caja autónoma que contenía 100 exposiciones de película. Gracias a tal invento, el consumidor podía ahora tomar fotos. Posteriormente, enviaba la cámara a la fábrica para revelar la película y hacer impresiones.

Más tarde, a principios del siglo XX, Henri-Cartier Bresson y otros fotógrafos comenzaron a utilizar pequeñas cámaras de 35 mm para capturar imágenes de la vida tal como ocurrió en lugar de retratos escenificados. De tal manera, los retratos en pose de los soldados de la Primera Guerra Mundial dieron paso a imágenes gráficas de la guerra y sus secuelas, alzando así al arte fotográfico como una forma de documentar las realidades del ser humano y hacerlas perdurar en el tiempo.

En un periodo posterior a las dos grandes guerras que asolaron el mundo, Polaroid introdujo el Modelo 95, el cual usaba un proceso químico el cual servía para revelar la película dentro de la cámara en menos de un minuto. Esta nueva cámara era bastante cara, mas la novedad de las imágenes instantáneas captó la atención del público y, a mediados de los años 60, Polaroid tenía ya muchos modelos baratos en el mercado.

A finales de los 70 y principios de los 80, se introdujeron en el mercado cámaras compactas capaces  de apuntar y disparar de manera automática, calculando por sí mismas la velocidad de obturación, la apertura y el enfoque. Estas ganaron entonces una gran popularidad.

Posteriormente, en la década de los 80 y 90, numerosos fabricantes trabajaron en cámaras que almacenaban imágenes electrónicamente. Ya en 1991, Kodak había producido la primera cámara digital lo suficientemente avanzada, y tras ello, numerosos fabricantes desarrollaron nuevas tecnologías fotográficas, alzándose actualmente empresas como Canon, Nikon, Pentax y otros fabricantes como principales ofrecedores de cámaras digitales DSLR de última tecnología.

Si deseas ampliar esta información, te recomiendo que veas el siguiente vídeo: