La Producción Audiovisual

La Producción Audiovisual constituye el proceso de búsqueda, selección y gestión de aquellos recursos financieros, humanos y materiales necesarios para transformar una idea en un producto audiovisual, sea un largometraje, una serie de televisión, un programa de televisión, un spot publicitario o un videojuego.

 

 

En otros ámbitos de la comunicación el creador es unipersonal, pero en la producción audiovisual es necesario el trabajo de varias personas y su colaboración. Además, hay que prestar atención a la especial naturaleza del producto audiovisual, que requiere enormes esfuerzos creativos y financieros.

 

La complejidad del proceso de producción audiovisual puede provocar cierta tensión a causa del enfrentamiento entre arte e industria. Esta tensión se personaliza en los dos componentes más importantes dentro de la producción audiovisual: el director y el productor.

          1.  Creadores

En el proceso de creación todos los que participan se sienten creadores. Existe el creador director, el creador guionista, el creador montador, el creador músico, el creador director de fotografía, el creador director de arte, cada intérprete se considera creador, y todos tienen que unirse para crear un único producto audiovisual.
 

Esa diversidad creativa puede encontrar una realización armónica, sin embargo en la realidad del trabajo audiovisual existe una tendencia a la desarmonía. Cada uno de estos profesionales defiende su visión personal de la obra.

          2.  El papel del productor

La primera acción del productor debe ser la función integradora. Debe integrar esos afanes creativos dispersos que pueden llevar a la desarmonía, y consiguientemente coordinar al conjunto de creadores. La raíz de todo este proceso integrador radica en la división del trabajo, consistente en definir las líneas maestras de ejecución de cada integrante de la producción y después, el consiguiente control. Además,también se encarga de delegar competencias en aquellos que han sido considerados como más idóneos para el proceso de producción.

 

No obstante, existe una distancia creadora por parte del productor que le permite enjuiciar de forma más objetiva el producto final. La labor del productor resulta vital ya que mide lo correcto o incorrecto debido al distanciamiento crítico sobre el producto, actitud que resulta inviable en los creadores ya que ven sus obras como sus hijos. Para favorecer este distanciamiento,  el productor no debería ir a la grabación y esperar a la sala de montaje, para sí hallarse en condiciones óptimas para enjuiciar fríamente.